Mi trabajo actoral
nace de
un grandísimo amor
por vivir las emociones
a flor de piel
cada vez
que me subo a un escenario.
Entregarme al público
en cuerpo y alma
e infundir
emociones reales nuevas.
Cada personaje
es una puerta
que se abre
hacia vivencias distintas
a las que desarrollamos,
y es ahí donde
encuentro mi libertad.